LaAbadía de San Salvatore da nombre al pueblo de Abbadia San Salvatore, en la Montaña Amiata, y tiene orígenes muy antiguos: según la leyenda, fue fundada en el 743 por el rey longobardo Ratchis, en el lugar donde se le apareció Cristo sobre un abeto blanco. La abadía fue reconstruida hacia el 1035 en estilo románico, con una fachada alta y estrecha y dos campanarios, uno de los cuales permanece inacabado. Vivió su apogeo entre los Siglos X y XII, cuando los peregrinos viajaban en gran número por la Vía Francígena.
El aspecto actual del edificio se debe a las obras de restauración realizadas en la década del 1930 y en su interior se puede admirar un crucifijo de madera policromada de finales del Siglo XII y dos obras del Siglo XVII de Francesco Nasini: la Leyenda del Duque Ratchis y el Martirio de San Bartolomé.
Es muy apreciada la cripta, más antigua que la iglesia y probablemente corresponde al Siglo VII, donde se encuentran no menos de treinta y dos columnas con capiteles bellamente elaborados. Los originales están decorados de forma diferente, con animales, plantas y motivos geométricos.
Durante casi mil años, la abadía albergó el CodexAmiatinus, o Biblia Amiatina, la copia manuscrita más antigua de la Biblia en latín.
En el claustro se ha instalado un pequeño museo que conserva y expone algunos muebles litúrgicos de la Abadía y de las iglesias del territorio, como el busto-relicario de San Marcos Papa, algunos exvotos y el fragmento de un suelo de mayólica procedente del Santuario de la Madonna del Castaño de Abbadia.