Vetulonia es hoy un encantador pueblo del Municipio de Castiglione della Pescaia, pero en la antigüedad fue Vatluna, una de las ciudades Etruscas más importantes. Redescubierto a finales del Siglo XIX gracias a las investigaciones arqueológicas realizadas por Isidoro Falchi, los hallazgos confirmaron la riqueza de este centro etrusco, cuya prosperidad se basaba en la explotación de los ricos yacimientos minerales del territorio.
La ciudad dominaba el Lago Prile, que permitía el acceso directo al mar y facilitaba el comercio con otras ciudades etruscas y con otros pueblos del Mediterráneo, como demuestran algunos productos "exóticos" importados hallados en los ajuares funerarios. Alcanzó su mayor desarrollo en el Siglo VII a.C., se rodeó de murallas ciclópicas en el siglo siguiente y comenzó su decadencia en la segunda mitad del Siglo I a.C.
En la parte más alta del pueblo, se pueden ver unos 30 metros de las poderosas murallas llamadas Murallas de Arce debido al nombre del área sagrada que sostenían (Arce) situada en la cima de la acrópolis y donde probablemente se alzaba un gran templo.
No muy lejos del centro del pueblo, podemos llegar a las Áreas Arqueológicas Nacionales, donde se encuentran vestigios de la conquista romana y de la convivencia pacífica entre los dos pueblos, que dio lugar a la formación de nuevos barrios residenciales como las Áreas Arqueológicas de Poggiarello Renzetti-Scavi Città y de Costa Murata.
En el área de Poggiarello Renzetti, podemos recorrer un tramo de la importante Vía Decumana, a la que se asomaban los principales comercios del barrio. Subiendo por la calle empedrada hacia el Poggio, se llega hasta la Casa Medea, una de las construcciones aristocráticas más bellas de la época, gracias a un espléndido patio decorado con losas de terracota que narran el mito griego de la venganza de amor de esta poderosa hechicera.
Más adelante encontramos la grande Domus dei Dolia, con sus grandes salas de lujosos pavimentos (ahora cubiertos por motivos de conservación) y los restos de los grandes muros pintados al fresco con los vibrantes colores de la tradición romana. La familia propietaria debía de ser muy rica, dados los muebles de mármol y los preciosos objetos de bronce encontrados, así como los almacenes bien provistos de tinajas para guardar alimentos. Los restos de otras domus pueden visitarse en el Área Arqueológica de Costa Murata.
Alejándose del pueblo se llega a la necrópolis de Vetulonia, una de las más grandes y conocidas, cuyos cementerios se extienden tanto en las laderas orientales como occidentales de las colinas hasta la llanura, en una campiña rica en olivares y matorrales. A lo largo del camino de la "Vía de los Sepulcros" se encuentran varias tumbas monumentales, como la Tumba Belvedere, la Tumba de la Pietrera, que representa el monumento funerario más grande de Vetulonia, y la contemporánea Tumba de Diavolino II, a la que se accede caminando por un largo pasillo parcialmente descubierto.
Los valiosos objetos encontrados en toda el área arqueológica a lo largo de los siglos, como las losas de terracota que decoraban el patio de la Casa Medea, se exponen en el Museo Arqueológico Isidoro Falchi de Vetulonia.