El área arqueológica y natural en Pietramarina se encuentra en Carmignano, en la cresta de Montalbano, y es un pintoresco lugar cubierto de un hermoso encinar con ejemplares centenarios donde se encuentra un megalito llamado la Roca del Diablo, lugar en el que se han excavado escalones y piscinas que nos hacen pensar en un antiguo lugar de culto de origen Etrusco; desde aquí, en los días claros, se puede ver la Isla de Gorgona.
Se puede ir caminando y se llega en unos 30 minutos, por un sendero que va desde San Giusto al Pinone hasta la cima de la colina.
En los años noventa, gracias a las excavaciones arqueológicas, se descubrió la ciudadela Etrusca. Los Etruscos habían elegido esta zona por su posición dominante, desde la que se divisan los pueblos en los alrededores: Fiesole, San Gimignano y Volterra.
La cima de la colina está rodeada de hermosos muros de 3 metros de ancho y 360 metros de largo. En el interior hay una superficie de casi una hectárea en la que se han encontrado varias estructuras monumentales: una de la época arcaica del siglo V a.C., un edificio helenístico y una zona monumental romana. En el centro del asentamiento se descubrió una zona rectangular de fuego y algunos agujeros para los postes de las cabañas, lo que significa que el sitio estuvo habitado desde el siglo VII a.C.