Hay paisajes toscanos dominados por colinas áridas que se encienden de blanco cuando el sol brilla en lo alto y seca su arcilla. En el Valle de Orcia, pero sobre todo en el área de Crete Senesi, no es raro encontrar estas formaciones, que toman el nombre de Biancane (dunas de color claro) por su aspecto.
El surgimiento de este particular tipo de relieve se remonta a la época del Plioceno -hace unos 4 millones de años-, cuando esta área formaba el lecho del mar Tirreno. Todavía hoy se pueden encontrar restos de sal cristalizada en el suelo. Puedes explorar la zona siguiendo el sendero n.º 3 del Park Life de Crete Senesi, conocido como el Camino circular de las Biancane de Leonina, que también conduce cerca del Sitio Transitoire, o bien, siguiendo la Vía Lauretana, la antigua calle de comunicación que atraviesa toda la zona y conecta Siena con Cortona.
Las Biancane de Leonina son el resultado de una erosión, y debido a su composición química, constituyen un ecosistema muy especial, con vegetación baja y arbustiva, como por ejemplo, la perfumadísima artemisa.
Observando las Biancane de Leonina y el Castillo homónimo, un complejo arquitectónico que comenzó siendo un baluarte sienés y que posteriormente se transformó en una granja fortificada, hoy en día es un alojamiento turístico.