El Castillo de Verrucola, con su imponente mole, es un valioso ejemplo de arquitectura medieval. Situada en el territorio de Fivizzano, en una posición estratégica entre el torrente Mommio y el canal de Collegnago, controlaba los distintos pasos de Lunigiana oriental hacia las llanuras de Reggio Emilia y Modena.
Llegado hasta nuestros días en buenas condiciones, consta de tres núcleos: la torre del homenaje cuadrada, típica casa torre medieval y núcleo más antiguo, la torre rectangular con canecillo y la grande torre central cuadrada, que conserva en su interior la superposición de tres grandes salas sostenidas por una única e imponente columna octogonal situada en la llamada sala de armas de la planta baja.
Junto al castillo se encuentra la iglesia castrense con una logia arqueada en pietra serena.
Esta fascinante fortaleza fue propiedad de varias familias importantes: los Bosi, los Malaspina y los Spinetta, que legaron su feudo a la República Florentina. Sucesivamente, debido a un violento terremoto, el castillo cayó en un lento declive hasta 1977, cuando fue comprado por el escultor Pietro Cascella, que lo restauró para devolverle su antiguo esplendor.