A unos 2 km del centro de San Quirico, la aldea más poblada del Municipio de Sorano, se encuentra en Vitozza , uno de los asentamientos rupestres más grandes e importantes de Italia. Se puede llegar al pueblo a pie a través de un camino fascinante y de indudable valor medioambiental.
Los primeros vestigios son del siglo XI, cuando en toda el área se construían numerosos castillos. Vitozza debe haber formado parte de un importante feudo compuesto por quince castillos, entre los cuales se recuerdan Sorano, Pitigliano, Farnese, Mezzano, etc. El feudo debe haber tenido una relevancia estratégica considerable porque a través de las fortificaciones era posible controlar los caminos naturales de acceso al mar.
Vitozza, llamada "la ciudad de piedra", además de estar caracterizada por los restos de numerosas fortificaciones e iglesias, aquí se encuentran más de 200 grutas excavadas en la toba y utilizadas desde la antigüedad como viviendas, establos y dependencias.
Las habitaciones, ahora abandonadas, todavía conservan vestigios de su uso. En efecto, hay tanques para la recogida de agua de lluvia, pozos medievales, nichos, agujeros y bordillos para la colocación de camas, tajaderas. Según su uso, las grutas habían sido subdivididas en tres tipos: grutas de uso promiscuo, es decir, compuestas de vivienda y establo; establos, donde había comederos, gamellas, cercas; grutas para viviendas, principalmente en el lado suroeste, más amparadas y mejor expuestas al sol, caracterizadas por vasijas para el grano, pozos para la recoger el agua, humeros.
Algunas de las habitaciones son particularmente sugestivas y presentan numerosos nichos pequeños excavados en las paredes, los llamados palomares. Durante mucho tiempo fueron considerados monumentos funerarios romanos; recientemente, gracias a las detalladas descripciones de antiguos estudiosos, ha prevalecido la hipótesis de que se trata de nichos excavados en la época medieval para la cría de palomas y pichones.
Para quienes están animados por un espíritu de aventura saliendo de la zona llamada San Angiolino, es posible adentrarse en el bosque y llegar a los manantiales del río Lente. El entorno natural de excepcional belleza, los puentes y túneles del antiguo acueducto del siglo XIX, la cascada y el pozo hacen que la visita sea realmente emocionante y estimulante.
Desde las fuentes, a través de un camino señalizado de unos 5 km, es posible llegar a pie hasta Sorano.
Informaciones sobre la accesibilidad: regione.toscana.it