Baptisterio San Giovanni en Florencia
Enriquecido con un extraordinario mosaico y tres puertas de bronce dorado
El Baptisterio de San Giovanni es uno de los lugares de culto más antiguos de Florencia: en la Edad Media se creía que era un templo pagano de la época romana dedicado a Marte y posteriormente convertido en iglesia.
Situado frente a la Catedral de Santa María del Fiore, se caracteriza por una fascinante estructura geométrica de planta octogonal y está enteramente revestida de mármol blanco y verde de Prato.
En su interior destaca el extraordinario mosaico de la cúpula, para su época uno de las más grandes del mundo decorada con esta técnica. Los mosaicos sobre fondo de oro, dominados por la gigantesca figura de Cristo y del Juicio Universal, fueron realizados desde el 1266 hasta principios del Siglo XIV por artistas de formación bizantina provenientes de Venecia, a quienes se sumaron artistas toscanos como Coppo di Marcovaldo y Cimabue, el maestro de Giotto.
Dentro del Baptisterio se pueden admirar también algunas preciosas obras de escultura como la tumba de Juan XXIII, antipapa muerto en Florencia en el 1426, diseñada por Donatello y Michelozzo, mientras que la extraordinaria Magdalena ascética esculpida por Donatello de madera y que una vez colocada aquí se encuentra actualmente expuesta en el Museo de la Obra del Duomo.
Informaciones sobre la accesibilidad: duomo.firenze.it
El Baptisterio es también famoso por sus tres magníficas puertas de bronce dorado.
La Puerta Sur, la más antigua, lleva la firma de Andrea Pisano, que entre los años 1330 y 1336 la esculpió con episodios de la vida de San Juan y las virtudes.
En la Puerta Norte, realizada por Lorenzo Ghiberti, están representadas escenas del Nuevo Testamento y de los Evangelistas.
Por fin la Puerta Este, la más famosa, siempre obra de Ghiberti; esta obra maestra del Renacimiento, apodada por Michelangelo "Puerta del Paraíso", es completamente dorada y se terminó en el 1452 con escenas del Antiguo Testamento. Los paneles originales, dañados durante la inundación de Florencia del 1966, han sido restaurados y pueden admirarse en todo su esplendor en el Museo de la Obra del Duomo, junto a las otras dos puertas originales.
