Bosque en Sargiano
Naturaleza y cultura franciscana a las puertas de Arezzo
En el mirador de la ciudad Arezzo en la ladera norte de la montaña Lignano, podemos penetrar en el secreto y acogedor bosque en Sargiano, protegido a lo largo de los siglos por los muros de un antiguo convento franciscano.
El lugar y el cuidado con el que se ha conservado el bosque hasta el día de hoy, atestiguan el profundo respeto por la naturaleza de la cultura franciscana. En este pequeño rincón verde vive y se reproduce el roble, una especie actualmente muy rara en la provincia de Arezzo y en toda Italia por el valor de su madera y para dar lugar a los cultivos agrícolas.
El bosque es un oasis de paz y frescura sobre todo en el verano, gracias a su tupida vegetación arbórea, nos perdemos entre los numerosos perfumes.
El corazón del bosque puede reservar pequeñas sorpresas: árboles como pífanos forjados por el pico del pájaro carpintero verde, espesos setos como telones detrás de los cuales desaparece la cola rojiza del zorro y hojas camufladas en cómodos nidos para pequeños insectos.
A la entrada de Sargiano se puede admirar la imponente "Encina", relacionada a la historia del bandolero Arezzo Federico Bobini llamado Gnicche que, según se dice, era donde con frecuencia organizaba sus emboscadas en las inmediaciones de este majestuoso árbol de unos 200 años de edad.
