El Castillo de los Vicarios de Lari se puede identificar fácilmente por la inconfundible planimetría circular con un doble anillo de murallas, en cuyo centro se yergue, hasta el día de hoy, sobre una majestuosa base escarpada, lo que queda del antiguo edificio. El primer núcleo del castillo probablemente se remonta a principios de la Edad Media, pero la estructura que se observa actualmente es de la primera mitad del siglo XVII.
A la fortaleza se accede por una rampa de 95 escalones, y a mitad de camino hay una cisterna construida en 1448 y coronada con el escudo de armas de los Pitti y los Scali, vicarios de Lari. En la plaza de la fortificación, con sus altísimos muros notablemente escarpados y construidos en ladrillo, se levanta el Palacio Pretoriano, cuya fachada todavía está cubierta con los numerosos blasones de los diferentes Señores Podestá que se sucedieron en Lari. El patio también tiene una capilla.
El complejo fue utilizado como prisión hasta la Segunda Guerra Mundial, durante la cual sufrió graves daños debido a los bombardeos alemanes y aliados.
En 1991 se inició la histórica puesta en valor del edificio y fue posible visitarlo, gracias a los voluntarios de la Asociación Cultural "Il Castello" apoyada por el Ayuntamiento.
Informaciones sobre la accesibilidad: regione.toscana.it