El Claustro de los Descalzos se encuentra en el centro de Florencia, en el número 69 de Via Cavour, y era el pórtico de acceso a la iglesia de la Hermandad de los Disciplinados de San Juan Bautista (hoy destruida), fundada en 1376 y llamada "de los Descalzos" porque el llevaba la cruz en las procesiones tenía los pies desnudos.
La Cofradía fue suprimida en 1785 por Pietro Leopoldo de Lorena, quien enajenó sus bienes a excepción del claustro, diseñado por Giuliano da Sangallo y decorado por Andrea del Sarto con uno de los ciclos más importantes de la pintura florentina de principios del Siglo XVI: dieciséis frescos pintados con la elegante técnica monocroma, un claroscuro sin colores, que representan los episodios de la vida de San Juan Bautista, patrón de Florencia, y las cuatro virtudes: Fe, Esperanza, Justicia y Caridad.
Dos historias (la Bendición de San Juan Bautista partiendo hacia el desierto y el Encuentro de Cristo con San JuanBautista) fueron pintadas por Franciabigio, durante la estancia de Andrea en París en 1518.
Efectuados entre los años 1509 y 1524, los frescos representan un momento de máximo nivel estilístico y técnico para Andrea del Sarto; el gran lapso de tiempo transcurrido entre la realización de una escena y la siguiente permite apreciar la evolución estilística del artista y de la pintura florentina en general.
Los frescos centrales son los más antiguos y son más sobrios (por ejemplo, el Bautismo de Cristo).
En aquellos de la década sucesiva (la Captura de Bautista de 1517 o el Bautismo de las Multitudes), se aprecia la influencia resultante de la comparación con los otros artistas que se iban imponiendo poco a poco, en primer lugar Michelangelo, o el mismo Franciabigio: las escenas se vuelven más dinámicas, complejas, ricas en figuras y movimiento.
Por último, los episodios realizados durante la tercera década presentan figuras más solemnes, majestuosas y heroicas, testimonio de la gran popularidad que adquiere ahora el estilo de "Michelangelo".