Dominando el valle con las Colinas Metalíferas a un lado y Maremma al otro, una imponente fortificación se alza sobre el territorio de Grosseto. El Fuerte Aldobrandeschi de Scarlino, más conocido como Fuerte Pisano o Castillo de Scarlino, se eleva sobre el pueblo homónimo.
Las ruinas, bien recuperadas después de un largo período de decadencia, gracias a las obras de restauración realizadas a finales del Siglo XX, dan testimonio de las antiguas glorias del castillo, que fue construido con fines defensivos como torre de vigía, debido a su posición elevada desde la cual se podía contemplar la costa y las llanuras circundantes.
La construcción del fuerte se remonta a la Edad Media, a instancias de la poderosa familia Aldobrandeschi, y posteriormente pasó a manos de Pisa, pero sus raíces corresponden a tiempos más lejanos. Los hallazgos arqueológicos desenterrados durante las excavaciones, entre ellos el famoso tesoro de Scarlino, que se conservan y exponen en el Centro de Documentación del Territorio Riccardo Francovich, demuestran que la zona donde se encuentran los cimientos del fuerte estuvo habitada ya en la época prehistórica, desde finales de la Edad de Bronce.
Este es el aspecto que tenía el antiguo castillo y el que sigue teniendo en la actualidad, formado por tres torres situadas en las esquinas del recinto amurallado y de varias alturas, cada una de diferentes formas, una redonda, otra triangular y otra cuadrangular, con una base pentagonal irregular.
Una estructura grandiosa de importante valor histórico, a veces un escenario excepcional para eventos de verano, rodeado de paisajes salvajes de la campaña de Grosseto y de Scarlino. Su costa, sus hermosas calas y su interior están llenos de atractivos, excelentes comidas y vinos, actividades al aire libre y deportes acuáticos.