Llegando vía mar hacia Portoferraio, ya llama la atención la majestuosa arquitectura que domina el panorama desde lejos: las Fortalezas de los Medici, construidas por Cosimo de Medici, son hoy destino de sugestivos paseos pero, siglos atrás, hicieron de la ciudad un puesto de avanzada inexpugnable.
El proyecto comenzó a tomar forma en el 1548 y fue dirigido por los arquitectos renacentistas Bellucci y Camerini, a quienes más tarde se unió Bernardo Buontalenti. El objetivo era fortificar en modo impecable Portoferraio entonces llamada Cosmpoli, para defenderse de los ataques de los enemigos y de los piratas despiadados. Gracias a esta ambiciosa construcción, la ciudad pudo resistir el ataque del temible pirata otomano Dragut, en 1553.
Toda la estructura se eleva desde la Porta di Terra hasta el Fuerte Falcone. Los bastiones están dispuestos en cuatro niveles y, junto con las otras fortificaciones, forman el llamado Frente de Ataque. Los bastiones, con el Fuerte Falcone, Stella y Linguella, se reforzaron posteriormente y se utilizaron como viviendas militares.
Hoy en día se pueden explorar siguiendo un recorrido de unos 500 metros que permite disfrutar de encantadoras vistas del mar. La Torre Linguella también alberga, desde 1998, el Museo Arqueológico.