En Bagni San Filippo, en el Municipio de Castiglione d'Orcia, se encuentra una capilla muy particular y rara porque fue excavada en una roca de travertino. Toma su nombre del santo San Felippo, prior de los Siervos de Maria orden mendicante de la Iglesia Católica, que se refugió en el 1269 en estos lugares después de enterarse de su nombramiento al papado después de la muerte de Clemente IV.
Él rechazó esta responsabilidad y fue a la Montaña Amiata permaneciendo allí por varios meses. Algunos textos escritos por la orden de Maria relatan el hecho de que cuando el Santo encontró esta gruta, milagrosamente encontró allí el agua.
Por este motivo surgió Bagni di San Filippo, como reconocimiento a la gente del lugar que lo había acogido y ayudado en ese momento. La devoción de los habitantes hizo posible transformar esta gruta primero en capilla y luego en ermita.
Dentro de la gruta se conserva un busto de yeso del Santo (siglo XVIII) y un crucifijo de madera, guardado en un tabernáculo, que según se narra, fue tallado por San Felippo.
Bagni San Filippo debe su origen a la presencia de aguas termales con propiedades terapéuticas conocidas desde la antigüedad. También puedes visitar el Fosso Bianco, cerca del pueblo, por donde fluyen las aguas que crean, con los depósitos calcáreos dejados por su pasaje, un paisaje de rocas blancas.