En la montaña de Pisa, se encuentra la histórica Heladera Madonnina en la localidad Le Piastre. La estructura forma parte del itinerario dedicado a los hielos en el Ecomuseo.
En estos lugares alrededor de Abetone se encontraban las heladeras, que eran cuartos que contenían y producían hielo antes de la invención de la nevera en los años 20. Desde el siglo XVIII hasta los años treinta del siglo XX, en Toscana funcionaban una decena de heladeras, ubicadas principalmente a lo largo del río Reno en la Montaña de Pistoia. De hecho, en el valle del Reno esta fue una actividad muy importante, que aprovechaba dos características peculiares del territorio: el frío y el agua.
El hielo provenía de las aguas heladas de los lagos durante la temporada invernal, lo que fue posible gracias al mecanismo "cerrado" que las retenía para hacerlas solidificar. El hielo se rompía con picos especiales y se transportaba por medio de los carros especiales, vehículos cubiertos de gruesas telas de cáñamo tiradas por animales, hasta el depósito. El transporte fue facilitado gracias a la construcción de la Vía Regia, en la segunda mitad del siglo XVIII, que comunicaba Módena con Pistoia. Después se conservaba en lugares especiales de piedra para mantenerlo en un estado sólido hasta la estación calurosa. Los lugares ya estaban preparados en septiembre con lechos de hojas secas, que servían como aislantes. Fue un proceso muy agobiante, pero fue un recurso muy valioso para los hospitales de las ciudades cercanas y un capricho para las cortes señoriales.
Entre las ciudades de Pracchia y Le Piastre todavía se encuentran las estructuras que se utilizaban para esta finalidad. El lugar ideal para comprender mejor la fase de almacenaje es la Heladera Madonnina: la restauración del complejo productivo permite observar el sistema de vertederos hidráulicos, canales artificiales y lagos que aún siguen funcionando. Este edificio, cuyo nombre deriva de la estatua de Maria que había sido amurallada a un lado de la puerta, tiene una forma troncocónica con techo de paja y el grosor de las paredes de piedra seca alcanza los tres metros.
Los lugareños solían decir que había dos ríos: el Reno, pero también la calle, con su manto siempre húmedo debido al derretimiento del hielo.
Informaciones sobre la accesibilidad: regione.toscana.it