Con vistas a la plaza homónima en Castiglion Fiorentino, la Iglesia San Francisco fue construida por los franciscanos a mediados del Siglo XIII sobre estructuras preexistentes, dedicada a San Salvador y San Leonardo. El edificio tiene una fachada románico-gótica de arenisca y en la luneta del portal se puede admirar una terracota reciente que representa a San Francisco instruyendo a las tórtolas, obra de Antonio Brogi, ceramista local.
La planta, según la costumbre franciscana, es de una sola nave concluída por un corto crucero con tres capillas con bóveda de crucería y cubierta a dos aguas.
En su interior se pueden admirar valiosas obras como la tabla de 1548 que representa La Virgen con Santa Ana, San Antonio y San Silvestre, de Giorgio Vasari , cuyo dibujo preparatorio se conserva en el Louvre de París; La Crucifixión, de Francesco Morandini, conocido como Il Poppi, y la Vocación de San Mateo y Anuncio del Ángel a Santa Ana, de Salvi Castellucci.
Destacan también el Crucifijo de madera pintado en imitación de bronce por Giovanni Patriarchi y una estatua de madera que representa a Cristo capturado en el Huerto de los Olivos, esculpida por Sallustio Lambardi de Lucignano en 1651, que es llevada en procesión el Martes Santo por la Compañía de San Antonio.
A la izquierda de la iglesia hay un claustro de planta rectangular, reconstruido en las primeras décadas del Siglo XVII sobre una arcada del Siglo XIII. Bajo los arcos hay lunetas pintadas al fresco con escenas de la vida de San Francisco, obra de Giovanni Pelliccioni, de Colle Val d'Elsa.
En el lado derecho de la iglesia, el oratorio de la Compañía de San José fue construido en 1560; hoy pertenece a propietarios privados.