La Iglesia San Giusto de Lucca, construida sobre las estructuras de un edificio de culto anterior, data de la segunda mitad del Siglo XII. Articulada arquitectónicamente en tres naves con ábside, la fachada presenta una decoración en la que la acentuación del bicolor es evidente en la parte superior: densas bandas de mármol blanco comienzan justo encima del portal principal y continúan en la mampostería de la nave central, donde se disponen en logias superpuestas.
El portal principal es notable: es uno de los más significativos del taller de Guidetto, tanto por la calidad de su ejecución como por ciertos detalles decorativos, como los telamones en torsión que sostienen los dos leones salientes a ambos lados de la luneta y dos mascarones de estilo clásico.
En el Siglo XVII, el interior fue renovado en un estilo puramente barroco. En la primera mitad del siglo pasado, con la intención de devolver a la iglesia su presunto aspecto original, se iniciaron las obras para eliminar los estucos del Siglo XVII. Afortunadamente, algunas personalidades de la cultura de Lucca se encargaron de conservar las decoraciones barrocas.