En Serravalle Pistoiese, hay una iglesia románica dedicada a San Miguel, a lo largo del Camino de San Jacopo. Presenta algunos elementos comunes a la arquitectura de Pistoia del Siglo XIII, como el ábside semicircular y el cimacio en el que están grabadas figuras antropomorfas.
La iglesia aparece documentada por primera vez en 764, único testimonio del periodo longobardo relativo a Serravalle.
Durante el Siglo XVII, la fachada se modificó con la adición de la ventana barroca. La arcada data de la misma época y, apoyada en el lado sur del edificio, se integra bien en el tejido urbano circundante.
En el interior, en la pared izquierda de la iglesia, se puede admirar el tríptico que representa a la Virgen con el Niño entre los Santos Hipólito, Iacopo, Miguel y Esteban. Fechada en 1439, la obra se atribuye a Bartolomeo di Andrea Bochi.
En la pared derecha, cerca del altar, se conserva parte de un interesante fresco de principios del Siglo XIV, que representa Los milagros de San Blas.