En el encantador centro histórico de Capalbio, pueblo situado en la última franja de Toscana, en la frontera con Lacio, un fascinante lugar de culto de origen medieval domina la plaza en la cual se levanta la Fortaleza de los Aldobrandeschi, la Iglesia San Nicola.
Se construyó entre los años 1100 y 1200 y en los siglos siguientes se añadieron algunos elementos góticos al estilo románico, enriquecidos posteriormente con decoraciones renacentistas. Fue objeto de numerosas restauraciones, pero éstas no alteraron demasiado sus características originales.
La fachada es sencilla, sobre el portal de entrada hay un arco gótico coronado por un rosetón. Tanto los muros exteriores como los interiores están enlucidos, el interior tiene una sola nave dividida en tramos con cinco bóvedas de crucería, con capillas laterales que albergan frescos artísticos preciados de la escuela de Siena o de Umbria-Lazio. Por ejemplo, en la primera capilla, una Virgen entronizada con el Niño entre los Santos Cristóbal, Lucía, Tarsicio y Santiago el Mayor, y en la cuarta un fresco que representa a San Nicolás de Bari y San Lorenzo.