Fue a principios del Siglo XIII cuando uno de los más importantes Santuarios franciscanos fue construido en los Apeninos toscanos. Surgió así, en la montaña de La Verna, a instancias de San Francisco de Asís, el complejo conventual que hoy en día es una meta de peregrinaciones provenientes de todo el mundo. Todo inició del encuentro de San Francisco con el Conde Orlando Cattani, señor feudal del lugar, que decidió donar la montaña de La Verna al fraile.
El Santuario, que se erige sobre la roca rodeado por la naturaleza del bosque de Casentino, es uno de los más bellos de Italia precisamente por su ubicación y uno de los más importantes porque está estrechamente relacionado con San Francisco. Dante también expresa su admiración por el santo proclamando la roca como cruda piedra - Paraíso, Canto XI (106 - 108) - y cuenta la historia con el último sello refiriéndose a los estigmas recibidos.
Es una meta de oración y meditación, La Averna es de hecho el lugar donde San Francisco recibió los estigmas el 17 de septiembre de 1224, un sitio donde la naturaleza y la espiritualidad encuentran su equilibrio y donde la belleza de los paisajes incontaminados abraza la fe, la historia y la cultura. El complejo incluye la pequeña iglesia Santa Maria de los Ángeles construida por el mismo Francisco, el corredor y la Capilla de los Sagrados Estigmas y la Basílica dedicada a Santa Maria Assunta donde, todavía hoy, se puede admirar la Anunciación, una de las obras maestras del escultor Andrea de la Robbia.
El Museo de La Verna, situado en el interior del Santuario, es un recorrido por la antigua vida del convento, entre los grandes salones del Siglo XV y el salón del "fuego común", donde los frailes pasaban juntos las gélidas veladas de invierno.
Aquí se exhiben preciosos objetos litúrgicos, incluyendo un relicario de cobre dorado, pero también pinturas de la escuela florentina de los Siglos XV y XVI y otras obras de arte incluyendo un busto de cerámica de Cristo atribuido a Andrea de la Robbia.
Como Dante y los de la Robbia, el panorama del paisaje visible desde el pueblo de Chiusi Della Verna con vistas al valle de Casentino, ha fascinado a muchos otros artistas, incluyendo al amado Michelangelo.
De hecho, en la Creación de Adán en la Capilla Sixtina,es posible observar la estrecha semejanza entre el paisaje real y el reproducido por el artista.
Analizando la obra se puede ver el perfil de las rocas sobre las cuales Adán se apoya semi acostado, y la magia surge cuando llegamos a la Podesteria de Chiusi en La Verna actual y constatamos la vista de Michelangelo fielmente representada en su obra.
El Santuario de La Verna ha representado y representará un lugar de paz donde redescubrir a sí mismo y a los propios valores. Pero aún más importante es un lugar que integra perfectamente la obra del hombre con la naturaleza incontaminada que lo rodea.