La Catedral San Zeno en Pistoia es un hermoso edificio románico en el corazón de la ciudad, de antes del año 1000 y domina la Plaza Duomo, una de las más bellas en Toscana. Según la tradición, la iglesia temprano medieval ha sido nombrada en honor a San Martino, obispo de Tours, que falleció en el año 397, y sucesivamente, bajo el dominio longobardo, fue nombrada en honor a San Zeno.
La iglesia, junto a la cual surge el elegante campanario (entre las torres más bellas de Italia) fue completamente renovada a principios del siglo XII y fue objeto de una serie de intervenciones ininterrumpidas a lo largo de los siglos: sólo a mediados del siglo XX se restauró el aspecto antiguo.
En el siglo XIV, el pórtico se añadió a la espléndida fachada románica, terminada en el 1505 cuando Andrea della Robbia creó la arquivolta acristalada del portal central y la luneta de terracota con la Madonna con el Niño para el portal inferior.
Son también bellísimas las dos estatuas de mármol en la parte superior de la fachada, que representan a los dos patrones de Pistoia, San Jacopo a la derecha y San Zeno a la izquierda, esculpidas respectivamente por Andrea Vaccà (1721) y Jacopo di Mazzeo (1336).
El 16 de julio se celebra la Toma de hábito de San Jacopo: una manifestación durante la cual la estatua viene cubierta con un manto de lana rojo, símbolo del martirio.
El interior de la Catedral está dividido en tres naves subdivididas por columnas, presbiterio elevado y cripta. La gran tribuna barroca fue proyectada por el arquitecto de Pistoia, Jacopo Lafri. Los frescos que decoran las bóvedas y las paredes fueron realizados por Domenico Cresti, conocido como Passignano (1602), y Pietro Sorri (1603), mientras que las tres pinturas sobre madera que completan el ciclo son respectivamente de Cristofano Allori, Gregorio Pagani y Benedetto Veli.
Entre las obras de arte que se conservan en la Catedral se encuentran el gran Crucifijo de madera realizado en el 1274 por Coppo di Marcovaldo y su hijo Salerno y el altar de plata de San Jacopo, realizado entre los siglos XIII y XV por los mejores orfebres de la época.