La iglesia Santa Maria della Spina, situada en el río Arno, en Pisa, como una pequeña joya, es un extraordinario ejemplo del gótico pisano y tiene su origen en un oratorio construido a orillas del río en 1230: debe su nombre a que en 1333 recibió la reliquia de una espina de la corona de Cristo (ahora expuesta en la iglesia de Santa Clara).
La iglesia fue objeto de numerosas intervenciones, también por su proximidad al Arno, que amenazaba su estabilidad: la reestructuración más radical se llevó a cabo en 1871, cuando fue desarmada y reconstruida más arriba. La iglesia se elevó alrededor de un metro, muchas esculturas fueron reemplazadas por copias y la sacristía fue demolida.
La iglesia ha sido restaurada recientemente y está abierta para visitas durante algunos días de la semana. En su interior es posible admirar la notable Virgen de la Rosa, de Andrea y Nino Pisano, el resto del mobiliario que quedó en la iglesia, y las exposiciones temporales que a veces se realizan.