La construcción de la Parroquia San Martino en Palaia es de la segunda mitad del año 1200 cuando ha sido creada una nueva parroquia, separada de la anterior, dedicada a San Gervasio. Es una parroquia de grandes dimensiones y se encuentra justo fuera de las murallas del pueblo en dirección norte.
La Parroquia se presenta como un edificio con un paramento de muro bastante uniforme, a pesar de que ha sido restaurada varias veces a lo largo de los siglos. Según los estudios realizados sobre su estructura arquitectónica, parecen coexistir varios momentos de ejecución y las numerosas diferencias de estilo hacen suponer distintas fases de construcción. Más allá de ello, el estilo que más emerge es el románico tardío.
El interior se compone de tres naves con cinco arcos con columnas de ladrillo, presbiterio elevado y tres capillas laterales. En el interior hay también una pila bautismal hexagonal, una pila de agua bendita y una gran tina de mármol, presuntamente utilizada para el rito bautismal de inmersión, proveniente de la iglesia Santa Maria de Ripezzano, que ahora ha desaparecido.