Sinagoga y Museo Judío
Su cúpula verde cobrizo es uno de los monumentos más visibles de Florencia
Con su grande cúpula de cobre verde y su estilo exótico morisco, tan diferente de aquel de Florencia medieval y renacentista, la Sinagoga destaca en el perfil de la ciudad y es visible desde cualquier punto panorámico.
El interior es igualmente sugestivo, con las ricas decoraciones geométricas de los frescos de las paredes, el esplendor de los mosaicos y la suave luz que se filtra por las vidrieras policromadas.
Una parte integrante de la visita a la Sinagoga es el Museo Judío, fundado en el 1981 y ampliado en el 2007.
La presencia de la comunidad judía en Florencia está documentada desde la época romana.
Vivió en una zona cercana al Ponte Vecchio, en la orilla sur del río, entonces fuera de las murallas de la ciudad, hasta que en el 1571 Cosimo I Medici, fomentando la presencia de los judíos en la ciudad, pidió al arquitecto Bernardo Buontalenti que transformara el área cercana al antiguo mercado (actual Plaza de la República) en un gueto.
El gueto se abrió en el 1848, pero la comunidad sólo se emancipó tras la unificación de Italia en el 1861.
La Sinagoga de Florencia fue inaugurada en el 1882 en el barrio "Mattonaia" (una zona con parques y jardines, dentro de las murallas de la ciudad, pero que en aquella época aún no estaba totalmente desarrollada) y es uno de los mejores ejemplos europeos de la unión de los estilos morisco y árabe y bizantino, ambos influenciados por las iglesias cristianas y las antiguas sinagogas españolas, con su fachada de travertino y sus cúpulas cubiertas de placas de cobre del típico color verde.
La sinagoga alberga el Museo Judío, un viaje a través de la historia de la comunidad judía de Florencia, en el que se expone una rica colección de objetos ceremoniales de arte judío, platería y tejidos de las antiguas sinagogas del gueto florentino, fotografías y vídeos históricos y una sala dedicada a la memoria de la Shoah.
Informaciones sobre la accesibilidad: feelflorence.it
