La arquitectura de la Terraza -que lleva el nombre del compositor de Livorno, Pietro Mascagni- es realmente muy particular: su pavimento es un tablero de ajedrez de 8.700 metros cuadrados, compuesto por más de 34.000 baldosas blancas y negras, y la balaustrada formada por 4.000 columnas separa la plaza del mar.
El estilo de la Terraza, refinado e impactante en su simplicidad, hacen de este lugar único un sitio perfecto para un paseo romántico o para los amantes de la fotografía que buscan un escenario inusual.