El asentamiento rupestre San Rocco está situado en una enorme terraza panorámica rodeada de vegetación, que domina el pueblo medieval Sorano y el valle del río Lente. Es una zona que desde el punto de vista arqueológico está casi totalmente inexplorada.
Sobre las crestas de la meseta hay numerosas habitaciones excavadas en la toba; algunas de ellas, especialmente las expuestas al suroeste, fueron utilizadas en el período Etrusco como sitios de sepultura; en cambio, otras del período medieval tuvieron una función casi exclusivamente residencial.
A la entrada del asentamiento se encuentra la iglesia dedicada a San Rocco, en cuyo interior hay un altar con un fresco de finales del siglo XVII, que representa a la Madonna con el Niño.
En la parte alta de la meseta se puede admirar la aldea medieval Sorano, los enormes espolones de toba que lo rodean y los profundos valles atravesados por el río Lente. El paisaje es realmente encantador. De particular interés son algunos nichos que originalmente contenían imágenes sagradas (las llamadas "scacciadiavoli" aleja-diablos) que tenían la función de proteger el camino del viajero.
Gracias a un sendero, se llega a la vía Cava San Rocco. Probablemente de origen Etrusco, esta vía excavada en el espolón de toba es de gran belleza escenográfica. Las paredes de la cantera, trabajadas por el hombre y por agentes atmosféricos, están cubiertas de musgos y líquenes.
Informaciones sobre la accesibilidad: regione.toscana.it