El Masso Leopoldino es uno de los elementos más característicos de Sorano, el pueblo excavado en la toba en el corazón de Maremma.
El Masso es un ejemplo de integración de naturaleza y arquitectura: se alza en el centro del pueblo y siempre ha sido utilizado por sus cualidades estratégicas y defensivas.
Gracias al Gran Duque Fernando III de Lorena, entre 1820 y 1822, tras un grave accidente que provocó el desprendimiento de enormes bloques de toba de la cima, ésta fue alisada y consolidada. En esta ocasión, se construyó una enorme terraza, en cuyo extremo sur se erigió una torre almenada con campana y reloj.
La obra fue terminada por el Gran Duque Leopoldo II, razón por la cual el masso recibió este nombre.
Hoy en día, la cima del Masso forma una espléndida terraza panorámica sobre Sorano y se accede a ella por un empinado tramo de escaleras.