Más accidentado que montañoso, con sus picos que no superan los 1.000 metros, Monte Pisano es un oasis de naturaleza exuberante que se erige como divisoria de aguas entre la llanura de Pisa y aquella de Lucca.
El sistema montañoso del Subapenino Toscano es una prolongación de la cadena Apuana que discurre entre los ríos Arno y Serchio; no debe confundirse con las Colinas de Pisa. Por otra parte, sus paisajes son inconfundibles, donde la mano del hombre ha trabajado en armonía con la naturaleza, proporcionando marcos inesperados no lejos de la ciudad de la torre inclinada y la costa.
La zona del Monte Pisano, un entorno de especial valor naturalístico e histórico, está cubierta por áreas protegidas para salvaguardar la biodiversidad, y presenta numerosos itinerarios para excursiones que se pueden hacer a pie, en bicicleta o a caballo. También ofrece oportunidades para aventuras de espeleología y escalada deportiva.
Monte Pisano está esparcido de pueblos y fortificaciones medievales como Nozzano, Calci con su famosa Cartuja, Vicopisano, el Fuerte de Ripafratta y el Fuerte de Verruca que dominan el valle, y de edificios religiosos de gran importancia como la iglesia y el monasterio de Santa Maria di Mirteto y el Santuario Santa Maria in Castello en Vecchiano. La zona también alberga antiguas obras de ingeniería hidráulica, como el Acueducto Nottolini, el acueducto de los Medici y aquel romano de Caldaccoli, y es rica en fuentes termales, que pueden utilizarse para momentos de pura relajación en las termas de San Giuliano Terme y en el Parque Termal de Uliveto.
En los paisajes de Monte Pisano se pueden apreciar numerosas terrazas para el cultivo de olivos y castaños, que enriquecen la zona con manjares típicos como un aceite de oliva de excelente calidad y castañas, especialmente preciadas de los bosques de Molina di Quosa.