La cadena montañosa de Calvana, que alcanza su punto más alto a 916 metros, se extiende entre las provincias de Prato y Florencia, tomando forma desde la Montaña Cuccoli y continuando hasta la Montaña Maggiore, en el Municipio de Calenzano. Por sus características, los hábitats de estas montañas están tutelados por un Área Natural Protegida de Interés Local.
El área de Calvana fue elegida por los pueblos del pasado como asentamiento ideal: en particular, los Etruscos han dejado, además de una extensa necrópolis, una Domus que, por su tamaño, es la mayor que se conoce. Sucesivamente también los Romanos dejaron sus estructuras, como algunas torres, mientras que después el territorio sufrió modificaciones realizadas por la República de Florencia.
Desde un punto de vista naturalístico, en las montañas de Calvana se pueden realizar excelentes y agradables excursiones, que permiten moverse entre las praderas, los bosques donde se encuentran encinas y avellanos y los arbustos de espino, enebro y rosa mosqueta. Una característica importante de la zona es la confluencia de numerosos torrentes en gargantas y grutas, de modo que hay más de 40 de estas últimas. La fauna también incluye especies animales raras, en particular aves como el águila culebrera o el buitre de miel, así como anfibios protegidos como la salamandra con gafas y el abigarrado. No faltan lobos, ciervos, corzos, tejones y liebres, mientras que la actividad del hombre, en particular la de la cría, ha dado lugar a una selección de razas bovinas denominada Calvana o Calvanine, que se originó de la poderosa Chianina.
Info: cittametropolitana.fi.it