Monumento de los Cuatro Moros
Uno de los iconos más famosos de Livorno
El monumento de los Cuatro Moros es sin duda un símbolo importante para la ciudad de Livorno. En el centro de la obra se encuentra la estatua de mármol que representa al Gran Duque Ferdinando I, pero los realistas prisioneros de bronce a sus pies son el rasgo distintivo de la escultura.
El grupo nació en dos momentos diferentes: la imagen de Fernando fue la primera en realizarse y durante mucho tiempo tuvo una ubicación diferente de la actual, que es de 1617. La intención es ciertamente de homenaje, como se puede percibir por el traje que viste el Gran Duque: es un uniforme de Gran Maestro de la Orden de los Caballeros de Santo Stefano, una orden fundada por su padre Cosimo I para liberar el mar de los temibles piratas que invadían las costas de Livorno.
Parece que la maqueta de las cuatro estatuas de bronce eran prisioneros sarracenos verdaderos que la ciudad había capturado. Pietro Tacca, el escultor toscano que se ocupó de esta segunda parte del monumento, las creó con extrema perfección anatómica, dando la idea de cuerpos que se retorcían atormentados.
Una curiosidad: se dice que observar la estatua en una posición que permite la visión de las cuatro narices al mismo tiempo ¡trae buena suerte! Recientemente, la ciudad de Livorno, para facilitar a los más esperanzados, con ocasión de la reconstrucción del pavimento de la plaza, ha insertado una pequeña baldosa blanca, desde la que se garantiza una vista perfecta y, quizás, ventajosa.
