Murallas y Puertas de Massa Marittima

Las murallas de Massa Marittima rodeaban por completo lo que hoy llamamos el centro histórico de Massa Marittima. Construidas a partir del Siglo XII y ampliadas entre los Siglos XIII y XIV, se extendían unos 2.000 metros desde el Castillo de Monteregio e incluían las Iglesias San Rocco y San Francesco.

Cuando Siena conquistó Massa Marittima decretando el fin de la Comuna Libre, parte del circuito fue destruido. De esta forma se redujo el perímetro original y una grande parte de la ciudad quedó aislada. Fueron también los sieneses quienes decidieron levantar una segunda muralla de 230 metros de largo con la fginalidad de dividir y controlar más fácilmente el país sometido. El único tramo de muralla transitable en la actualidad es este último y se accede al mismo desde la Torre del Candelabro. 

Todavía se conservan muchos tramos de muralla, como por ejemplo, aquel que une el antiguo Convento de las Clarisas con la Iglesia San Francisco.
Igualmente numerosas y dignas de mención son las puertas medievales que delimitan los terzieri de la ciudad, entre ellas la Porta Silici y la Porta San Bernardino.Cada puerta tiene su propia historia o anécdota que contar, entre ellas una que hace referencia a San Bernardino, nacido en Massa Marittima en 1380, que de camino a Siena pasó por la puerta que ahora se le dedica y, a los habitantes de Massa Marittima que le rogaron que se quedara, les dijo: "Si no vengo, mando las prendas"; un dicho aún vigente entre los ciudadanos de Massa Marittima.