El Museo Cívico Archeológico del Agua de Chianciano Terme, ubicado en un antiguo granero en el corazón del centro histórico, recoge valiosas piezas arqueológicas encontradas en el territorio municipal y cuenta con la colección más importante de canopes etruscos (es decir, vasos cinerarios con forma humana) del mundo. La exposición se abre con algunas reconstrucciones de sepulturas y muestras de ajuares funerarios, entre los que se incluyen alfarería, cerámicas y ánforas, datados entre los Siglos VI y V a.C., el periodo de máximo desarrollo de la ciudad.
La colección de canopes provenientes de las excavaciones en la necrópolis de Tolle es muy importante, mientras que los hallazgos de la sucesiva edad helenística incluyen urnas cinerarias de alabastro y una serie de salas para la elaboración del vino, recuperadas de una granja descubierta cerca de Poggio Bacherinae reconstruida aquí. Del mismo periodo es el monumental frontón de terracota que adornaba un edificio sagrado en el valle de Astrone, cerca del manantial de Fucoli y dedicado a una deidad de la salud.
El museo también documenta el aprovechamento de los ricos manantiales de Chianciano en la época romana, cuando se construyeron lujosas villas y grandes edificios termales, en los que se dice que incluso el poeta Horacio acudía a curarse.
Además, el museo está perfectamente estructurado para la visita de personas con dificultades para caminar y ha habilitado un pequeño recorrido "táctil", que permite a los invidentes disfrutar de algunas de las exposiciones.
Por lo tanto, en algunas salas se exponen cerámicas y objetos etruscos bajo el bello lema "prohibido no tocar", todo ello acompañado de placas explicativas en braille. Una forma muy concreta de abrir una ventana al misterioso mundo de nuestros antiguos antepasados toscanos.
Informaciones sobre la accesibilidad: museoetrusco.it