El Museo Arqueológico Nacional de Florencia, nacido de un núcleo de colecciones de antigüedades de los Medici y de los Lorena, se encuentra en el Palacio de la Crocetta, donde se exponen valiosos hallazgos de excavaciones etruscas y romanas en Toscana, pero también colecciones egipcias y griegas.
Su núcleo central es el que corresponde a la civilización etrusca, que ya en el siglo XV interesaba a Cosimo el Viejo de Medici: fue con Cosimo I que se formaron las colecciones actuales, ampliadas por sus sucesores (entre los que se destaca el Cardenal Leopoldo).
Aquí se puede admirar la Quimera de Arezzo, una de las obras etruscas más famosas, un bronce que representa al ser mitológico que se encontró en 1553 cerca de Arezzo; pero también el Orador, la estatua del siglo I que representa a un noble etrusco vestido con una túnica romana y que se encontró en el siglo XVI cerca del lago Trasimeno. Asimismo, son espléndidos el bronce etrusco de la Minerva de Arezzo, el Sarcófago de las Amazonas de origen griego, y el Sarcófago de Larthia Seianti, una terracota de colores que llega de Chiusi y que representa a una noble mujer que se coloca el velo sobre la cabeza.
Además de las obras ya mencionadas, merece especial mención la rica sección dedicada a la orfebrería, mientras que en el jardín se han reconstruido algunas tumbas etruscas, como la Tumba de Inghirami de Volterra, con sus originales urnas de alabastro.
En la primera planta del palacio se encuentra el Museo Egipcio, incluido en el Museo Arqueológico, con una rica colección -la segunda en Italia después de la de Turín- de jarrones, retratos, relieves como el de la diosa Maat, cálices, sarcófagos, estatuillas y muchos objetos de la vida cotidiana.
Nota: con la entrada a los Uffizi se puede acceder gratuitamente al Museo Arqueológico en los 5 días sucesivos a la visita a los Uffizi.
Informaciones sobre la accesibilidad: feelflorence.it