El Museo Arqueológico de Portoferraio se encuentra en la Fortaleza de Linguella, que en la antigüedad se utilizaba como almacenes de sal. En su interior se pueden admirar hallazgos arqueológicos del Archipiélago Toscano, siguiendo una línea histórico-topográfica.
Entre los mismos, que datan del Siglo VIII a.C. al Siglo V d.C., abundan las pruebas de que Elba fue una encrucijada de pueblos, entre ellos Etruscos, Púnicos y Griegos. De hecho, el Archipiélago desempeñó un papel estratégico en el comercio marítimo durante la antigüedad, documentado en el museo por vasos, armas, ánforas de necrópolis, villas y pecios marinos.
La colección presenta paneles didácticos que introducen los vestigios expuestos. Algunas vitrinas están dedicadas a la economía de la Isla de Elba (principalmente relacionada con los minerales), el comercio del vino y descripciones de los barcos.
Entre las piezas más interesantes expuestas se encuentra el ancla del pecio Montecristo sobre la cual las concreciones marinas han fijado varias copas y jarrones pintados de negro. También destaca el Altar de Attianus, del Siglo II d.C.: se trata de un valioso hallazgo de granito con una inscripción que lo vincula a un certo Ercole da Attiano, forse prefetto del pretorio dell’imperatore Adriano.
Junto al museo se encuentran los restos de la villa romana de Linguella. En el extremo opuesto del Golfo de Portoferraio, en el camino que conduce a Porto Azzurro, se encuentran los restos de la Villa Romana de las Cuevas.
Museo cerrado temporalmente hasta nuevo aviso.