Entrando en el Museo Archivo de la Memoria de Bagnone, un pequeño pueblo en Lunigiana, se parte hacia un auténtico viaje en el tiempo: en sus salas inmersivas, los vídeos, los relatos y las fotografías dan vida a las historias de la gente de Bagnone y de todos los habitantes del valle.
Bagnone sigue conservando la memoria antigua y más reciente de la población local a través del importante trabajo de digitalización de las fotografías y los documentos, y a la investigación y recopilación de testimonios en audio y vídeo.
Una historia organizada en varios espacios, situados en distintos puntos del centro histórico.
En la Plaza Marconi, el Archivo Histórico del Siglo XVII y las salas de museo adyacentes cuentan la historia medieval y moderna de Bagnone.
Los recorridos temáticos unen el museo con el territorio, expandiéndose por el Parque Natural y Cultural del Valle de Bagnone, y gracias a las exposiciones temporales, los documentos cartográficos y las muestras ahora se documentan los aspectos antropológicos del trabajo, la economía y la religiosidad de la comunidad de Bagnone a lo largo del tiempo.
Las investigaciones más recientes, conservadas en el Museo de Plaza Roma, se concentran en el Siglo XX y en el fenómeno migratorio que involucró a todo el valle.
Gracias a las instantáneas tomadas por el fotógrafo Paolo Raffaelli, y a las fotografías facilitadas por las familias de Bagnone, se reconstruyó la historia del territorio y de su comunidad, desde finales del Siglo XIX hasta mediados del Siglo XX, con especial atención al papel de la mujer y de las Barsane: emigrantes y comerciantes de Bagnone que se trasladaban, primero de forma estacional y luego de forma más permanente, al norte de Italia y a Europa para hacer fortuna vendiendo baratijas y artículos para el hogar.
También cuenta la historia de la emigración a Estados Unidos, en particular a California, donde aún existe una pequeña comunidad originaria de Bagnone.
Pero el museo es también una galería de yesos: no sólo está dedicado a la historia del pueblo de Bagnone, sino también al desarrollo artístico de Bagnone, narrado a través de la exposición de los yesos preparatorios para la creación del friso del Teatro Quartieri, antiguo círculo recreativo.
Las obras, esculpidas en la época fascista por Augusto Magli, famoso escultor de La Spezia, ilustran los oficios de la campiña y una personificación del arroyo Bagnone, que discurre entre el castillo y la ciudad mercado, atravesando todo el valle.