Palacete de los Molinos
Un recorrido por la residencia en Portoferraio del Emperador exiliado
Napoleón vivió en el exilio en la Isla de Elba durante solo nueve meses, del 4 de mayo de 1814 al 26 de febrero de 1815, pero dejó una huella importante en la historia de la isla toscana, que se vió catapultada al centro de los acontecimientos políticos europeos.
El emperador francés, aunque sabía que no gobernaría la isla de Elba durante mucho tiempo, intentó modernizarla, de hecho hizo construir una red de carreteras, propuso reglamentos administrativos y favoreció el desarrollo del sector industrial.
Hoy es posible visitar el Museo Nacional de las Residencias Napoleónicas, que incluye el Palacete de los Molinos en Portoferraio y la Villa San Martino en campaña, cerca de Procchio.
La Palazzina dei Mulini, situada en el promontorio de Portoferrario, entre Fuerte Falcone y Fuerte Stella, debía su nombre a los molinos de viento que anteriormente se encontraban en el lugar. Aquí Napoleón intentó recrear, en breve tiempo y en formato reducido, el ambiente de corte que siempre lo había acompañado.
Hoy conserva reliquias, objetos, muebles de la época y parte de la importante biblioteca que el emperador trajo consigo y que luego donó a Portoferraio, que recoge obras de Voltaire, La Fontaine y Plutarco. Napoleón eligió Palazzina dei Mulini como su residencia principal también por su posición de dominio sobre la ciudad: de hecho, desde la terraza no solo se puede disfrutar de un maravilloso panorama, sino que también domina todo el puerto, lo que permite observar los barcos que entraban.
