La Villa Il Ventaglio en Florencia, en el siglo XV, era una casa donde los peregrinos que iban desde Porta a Pinti hasta San Domenico di Fiesole, podían reposar. Sucesivamente la propiedad pasó a los Bardi y los Usimbardi, y luego a muchas otras familias, hasta que fue vendida en el 1824 a Giuseppe Archinto, Conde de Milán. Éste encargó al arquitecto Giuseppe Poggi la reestructuración y ampliación de la propiedad. La villa fue construida en estilo neoclásico, con establos, a la cual se entraba por Vía delle Forbici. Con la colaboración del jardinero y botánico Attilio Pucci, la finca de moras y olivos se transformó en el actual parque romántico: se plantaron árboles (tilos, olmos, castaños de indias, almeces) creando vistas y perspectivas que aprovechan el contraste entre los frondosos árboles y las grandes superficies de césped. Un elemento característico es el romántico lago, con una pequeña isla y un pequeño puente, en la zona de entrada.
La disposición naturalística de las colinas del parque ha sido creada aprovechando el potencial de los panoramas y de las vistas hacia la ciudad. Aquí se pueden admirar espléndidos ejemplares de plátanos, arces y un árbol de Judas, un bosque de encinas, varios castaños de indias, madroños, olmos. Cerca de la escalera que conduce al jardín italiano frente a la Villa hay una palmera y diferentes variedades de rosas.
Informaciones sobre la accesibilidad: regione.toscana.it