A lo largo de la carretera estatal 63, que lleva desde Fivizzano hasta el Paso de Cerreto, se encuentra la Parroquia San Paolo de Vendaso, que antaño incluía en su jurisdicción toda la parte norte del Valle del Rosaro.
La parroquia, mencionada por primera vez en el 1148 en una bula de Eugenio III, es de estilo románico. El exterior es totalmente de piedra arenisca y la fachada orientada hacia el oeste tiene un ajimez y una ventana en forma de cruz situada un poco más arriba. En el interior, está dividido en tres naves separadas por grandes columnas unidas por arcos de medio punto, cada una de las cuales termina en un ábside.
Son especialmente interesantes los preciosos capiteles del vértice de las columnas, en los que está esculpido un verdadero catálogo de iconografía típica de las parroquias de Lunigiana: elementos geométricos como los entrelazados, figuras de animales, motivos vegetales como la margarita de seis pétalos, rostros humanos o monstruosos y figuras enigmáticas como el Orante o la sirena con doble cola a horcajada y muchos otros.