Parroquia Santo Stefano en Campi Bisenzio
La parroquia principal del pueblo a las puertas de Florencia
Los orígenes de la Parroquia Santo Stefano en Campi Bisenzio, construida sobre la red de carreteras de Piana Fiorentina en el margen izquierdo del río Bisenzio, se remontan a la época carolingia, conjuntamente a la división de los territorios diocesanos en distritos más pequeños.
A excepción de la cripta, no hay muchos otros testimonios de esta época dentro de la parroquia, ya que el desarrollo real del edificio se remonta al siglo XI, cuando el territorio estaba sometido a los señoríos de los Condes Cadolingi.
En los siglos siguientes, la Parroquia Santo Stefano asumió un rol importante respecto a las demás parroquias de los alrededores, convirtiéndose en uno de los centros de atracción de la población campesina.
Si actualmente la parroquia aparece como resultado de las intervenciones y reformas de las estructuras románicas originales, durante siglos ha mantenido una planta basilical, con tres naves marcadas por pilares cuadrados, una cubierta de cerchas, un campanario, un grande ventanal circular en la fachada y pequeños ventanales a los lados.
En el siglo XV el edificio se amplió con la construcción de las capillas en el lado izquierdo y el pórtico en el lado derecho, luego se construyó el Oratorio Annunziata.
En el siglo XVI se restauró Santo Stefano y probablemente se borraron los preciosos frescos del siglo XIV aún presentes, hasta que en el siglo XVIII se derribaron los ábsides, se levantó el campanario y se reconstruyó la fachada.
El interior de la iglesia fue renovado a principios del siglo XIX, mientras que la fachada se reconstruyó en el 1938, obras que le han dado su aspecto actual.
Entre los objetos de culto más interesantes de la parroquia se encuentra el antiguo Crucifijo policromado de madera del siglo XIV, traído a Campi Bisenzio por las cofradías de los flagelantes, a quienes se atribuyen poderes milagrosos.
Entre las obras de arte también hay frescos renacentistas de la Anunciación de Paolo Schiavo y Raffaellini del Garbo, una hermosa Madonna en el Trono de Francesco Botticini del siglo XV y una Adoración de los Reyes Magos de Piero Dandini del siglo XVII.
