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Plaza de la Catedral
Photo © Richard Mortel
Photo © Richard Mortel

Plaza de la Catedral de Pistoia

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Barrios, calles y plazas

Un lugar que representa desde siempre el corazón histórico y arquitectónico de la ciudad

La Plaza de la Catedral de Pistoia, dominada por el antiquísimo campanario, es una de las más fascinantes de Italia: la Catedral de San Zeno, el Palacio de los Obispos, el Baptisterio y el Palacio Municipal se asoman a este espacio urbano que siempre ha representado el poder político y religioso de la ciudad. No muy lejos, el conjunto monumental de la plaza se completa con la Torre de Catilina y el Museo de San Salvatore.

Aún hoy, la plaza es el centro de la vida de la ciudad, donde se celebran los acontecimientos históricos más importantes y el festival de blues más antiguo de Italia.

Catedral de San Zeno
Catedral de San Zeno - Credit: Idéfix

La Catedral de San Zeno es el resultado de construcciones y transformaciones iniciadas en la Edad Media Alta y continuadas en la edad románica y gótica: en la fachada se ha añadido el pórtico en el Siglo XIV, completado en el 1505 cuando Andrea de la Robbia realizó la arquivolta vidriada en el portal y la luneta de terracota con la Virgen y el Niño para el portal subyacente.
Junto a la iglesia se alza el elegante campanario, que con sus 67 metros de altura es una de las torres más altas de Italia.

Justo enfrente de la Catedral se encuentra uno de los mejores ejemplos de arquitectura gótica toscana: el Baptisterio de San Giovanni in Corte, que combina elementos típicos de Florencia, Pisa y Siena
Caracterizado por el mármol verde y blanco, se alza sobre las ruinas de la antigua iglesia de Santa María in Corte, de la que toma una parte del nombre.  
Inicialmente era de planta central con la pila bautismal en el centro, la actual estructura octogonal se comenzó a construir a principios del Siglo XIV.

Palacio de los Obispos
Palacio de los Obispos - Credit: Peter Visser

El Palacio de los Obispos  es un antiguo palacio atestiguado desde el 1091. Inicialmente fue una residencia fortificada, adquirió el aspecto de casa señorial en el Siglo XII.
El recorrido museístico - en restauración - comprende la recolección de muebles sagrados y vestiduras litúrgicas racogidos a lo largo de los siglos. La sección arqueológica donde se pueden admirar los cipos funerarios etruscos, los frescos del Siglo XIV de la Capilla de San Niccolò y varias obras modernas como la Pomona de Marino Marini y algunas pinturas de Giovanni Boldini.

El Palacio Municipal, también conocido como Palacio de Giano o Palacio de los Ancianos, es uno de los símbolos de Pistoia. Su construcción se inició en el 1294 como sede del gobierno de la ciudad, función que aún conserva en la actualidad. Aquí tiene su sede el Museo Cívico de Arte Antiguo, la principal institución museística de la ciudad. 
El museo expone principalmente pinturas sobre madera y lienzo, algunas esculturas y objetos de artes aplicadas, presentando toda la historia artística de Pistoia desde el Siglo XIII hasta el Siglo XX. El museo incluye el
Centro de Documentación Michelucci.

Frente al Palacio Municipal se encuentra el Palacio Pretoriano, sede del Tribunal de Pistoia: construido en el Siglo XIV para ampliar la residencia del Podestá, su aspecto es el resultado de una restauración llevada a cabo durante el Siglo XIX.

Uno de los elementos clave que caracterizan la Plaza de la Catedral es también la Torre de Catilina, un edificio que data del Siglo IX, construido enteramente en piedra y situado en la esquina de la Via Tomba di Catilina. El nombre de la torre procede de la leyenda según la cual el cuerpo del político romano Lucio Sergio Catilina fue enterrado en la misma calle donde se encuentra el edificio. 

Aquí, en una de las iglesias más antiguas de Pistoia, tiene sede también el Museo de San Salvatore, un espacio cultural y museístico reabierto en el 2022 tras años de cierre y una larga restauración. Propone un recorrido por la historia de la parte más antigua de la ciudad, a través de la exposición de obras hasta ahora conservadas en los depósitos de los Museos Cívicos, así como de descubrimientos más recientes, entre los cuales el más extraordinario es sin duda el fresco incompleto, Lamentación sobre Cristo muerto, de finales del Siglo XIII y atribuido al círculo de Lippo di Benivieni.

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