La Plaza de la Señoría, corazón político de Florencia desde la Edad Media hasta nuestros días, comenzó a tomar su forma actual en el 1268, cuando el partido de los Güelfos recuperó el control de la ciudad y arrasó 36 casas de sus rivales Gibelinos, prohibiéndoles volver a construir en los espacios liberados: así nació la plaza con su peculiar forma de "L".
La Plaza de la Señoría está rodeada de algunos de los edificios más famosos de la ciudad, empezando por el Palazzo Vecchio, frente al cual se encuentra una copia del David de Michelangelo (el original puede verse en la Galería de la Academia).
El Palazzo Vecchio, sede tradicional del gobierno florentino, con su característica torre es otro de los símbolos de la ciudad. La construcción, diseñada por Arnolfo di Cambio, comenzó en el 1299 y fue originalmente la sede de los Priores de las Artes y de la Señoría: en su interior se pueden admirar las sugestivas decoraciones de Vasari.
Dominando la Plaza de la Señoría se encuentra la Logia de Lanzi, un museo de escultura al aire libre con obras maestras como Perseo de Benvenuto Cellini, una gran estatua de bronce de más de 3 metros de altura, así como el complejo Rapto de las Sabinas realizado por Giambologna en mármol.
Delante del Palazzo Vecchio también hay copias de Marzocco (el gran león que apoya una pata sobre el lirio florentino) y de Judith y Holofernes de Donatello, cuyos originales se encuentran en el Bargello el primero y dentro del Palazzo el segundo.
Completan la Plaza la gran Fuente de Neptuno de Bartolomeo Ammannati, la primera fuente pública de la ciudad, llamada Biancone por los florentinos, mientras que a la izquierda del Palazzo Vecchio se puede admirar la Estatua Ecuestre de Cosimo I de Giambologna.