El Punto de Entrada de la Vía Francígena se encuentra en el complejo monumental del Baluardo de San Salvatore, uno de los baluartes que forman el antiguo sistema de control de Lucca.
Las murallas del Siglo XVI, hoy convertidas en un área urbana verde, siempre han sido un punto de referencia para los peregrinos que recorren la Vía Francígena en Toscana. Desde la Edad Media, la ciudad ha sido un destino favorito de los fieles, que se dirigían a visitar la famosa estatua del Santo Rostro.
El complejo cultural Punto de Entrada de la Vía Francígena se encuentra a poca distancia de Porta Elisa -construida en el Siglo XIX tras la dominación napoleónica- y cobra vida entre las murallas y las antiguas galerías de la ciudad; los espacios y lugares que lo componen ofrecen momentos de refresco y relajación, así como la historia de la experiencia de la peregrinación, un camino de fe cuyos orígenes se pierden en la noche de los tiempos.
En el interior del Baluardo de San Salvatore, donde estaba la Casa del Verdugo, se encuentran las salas del museo. Se accede a través de una galería que conduce a la sala de los artilleros, coronada por bóvedas de crucería: este recorrido muestra las transformaciones que han sufrido los baluartes a lo largo del tiempo, mostrando al visitante la historia de las murallas seculares de Lucca.
Una vez que se llega en el alojamiento del Maestro de Justicia, se accede a las salas que albergan la verdadera exposición del museo: el recorrido multimedia inmersivo de la Emoción de Francigena. El viaje, la fe, la belleza permite sumergirse plenamente en la atmósfera y las sensaciones de la peregrinación, mientras que en la planta superior se pueden seguir los recorridos didácticos que concluyen el itinerario de la exposición.
En el complejo del baluarte, a poca distancia del museo, puedes detenerte en la Hospitalidad, un espacio dedicado al relax y al refresco de los visitantes; en los locales de la Casermetta San Salvatore, la Hospitalidad ofrece zonas donde refrescarse y descansar antes de reanudar el paseo.
No muy lejos del Punto de Entrada de la Vía Francígena se encuentran la Iglesia San Francisco y el convento homónimo, así como el Museo Nacional de Villa Guinigi, cuyas obras de arte cuentan la historia de Lucca y de todo el territorio.