La Reserva Natural Acquerino Cantagallo, creada en 1998 por la Región de Toscana, abarca 1867 hectáreas en el corazón de los Apeninos Tosco-Emilianos y es una de las zonas más fascinantes del Valbisenzio.
Hay dos entradas principales: una por el pueblo de Cantagallo y la otra por el Centro de Visitas a la Reserva Cascina di Spedaletto, que dispone de paneles informativos para explorar mejor la reserva.
El territorio, en gran parte salvaje y virgen, abunda en bosques, montañas y cursos de agua entre los que destacan el Monte Bucciana y los Manantiales del Bisenzio.
Desde el pueblo semiabandonado de Luogomano se disfruta de amplias vistas de la reserva.
Los bosques de castaños y hayas acogen una gran variedad de animales: el ciervo es el símbolo de la reserva, pero también viven aquí gamos, corzos, jabalíes y depredadores como zorros, tejones, martas y comadrejas. Especialmente importante es la presencia de lobos y gatos monteses, actualmente raros en muchas otras zonas.
Entre las especies protegidas figuran también la salamandra común (Salamandra salamandra) y la salamandra de anteojos (Salamandrina terdigitata).
La reserva contiene restos de antiguas actividades silvopastorales, con granjas y refugios para el ganado, hoy en ruinas, por ejemplo Cascine di Barbe, Vespaio, Spedaletto y Cave.
La reserva se presta a excursiones a pie, en bicicleta o a caballo gracias a la densa red de senderos señalizados que permiten explorar entornos fascinantes. Especialmente sugestivo es el Sentiero delle Fonti e dei Mulini (Sendero de las Fuentes y los Molinos), un itinerario de siete días que pone el foco en el agua, elemento vital y simbólico de la relación entre el hombre y la naturaleza. Los tres primeros días de la ruta transcurren dentro de la reserva entre manantiales, arroyos y bosques. Los siguientes pasan por el Valle del Limentra y algunos pueblecitos históricos.
La ruta está diseñada también como un conjunto de siete itinerarios circulares, cada uno de los cuales puede recorrerse en un día.