Reserva Natural de Siena Bosque Sant'Agnese
Monumento histórico de la Reserva es el cipresal
La Reserva Natural de Siena Bosque Sant'Agnese protege un extenso bosque de cipreses, situado en las colinas de Chianti de Siena, a medio camino entre Castellina in Chianti y Poggibonsi. El ciprés, importado en Toscana en la antigüedad, probablemente por los Etruscos, forma un verdadero bosque en la Reserva, cuyo origen se remonta a unos diez siglos atrás.
Condiciones particulares han hecho de este cipresal un bosque natural, que se renueva espontáneamente hasta nuestros días y se integra perfectamente con la vegetación preexistente.
Además del indudable valor paisajístico que ofrece el ciprés, símbolo de muchos escenarios toscanos, el bosque de cipreses de Sant’Agnese es un verdadero monumento histórico, utilizado desde la antigüedad para la producción de valiosa madera.
Entre los cipreses se encuentran a menudo encinas y madroños, incluso bien desarrollados, y hay muchas especies típicas mediterráneas, como el brezo y la phillyrea, junto a las lianas como la smilax áspera y la flámula.
En los terrenos más degradados y pedregosos, entre los cipreses dispersos, crece una interesante garriga (es decir, una vegetación formada por plantas bajas y esparcidas por el suelo) en la que predominan especies rupestres, adaptadas a la escasa presencia de humus. Las especies dominantes en la garriga son típicas de ambientes mediterráneos áridos, con lavandula latifolia, coronilla, escabiosa y varias especies de camedrio (camedrio de montaña, camedrio común).
En la garriga también hay dos especies típicas de los pastos áridos de latitudes más altas, que aquí se encuentran en el límite sur: la Staehelina dubia y la veronica.
Donde la parte rocosa disminuye, aparecen arbustos de estepa roja y estepa de Montpellier, con hermosas flores primaverales, respectivamente, violeta y blanca, junto con la retama, un pequeño arbusto semi-parásita.
En las zonas llanas bajo los cipreses, se ha establecido una pradera árida, caracterizada por el predominio del bromus erectus.
La fronda de los cipreses es utilizada por muchas aves pequeñas para dormir; entre las especies más comunes se encuentran la curruca, paro, serín verdecillo y carbonero garrapinos. Entre las rapaces nocturnas se encuentran los autillos europeos y los mochuelos, que por la noche frecuentan los espacios abiertos circundantes para cazar insectos y pequeños roedores respectivamente. Entre los mamíferos, debemos recordar la presencia de puerco-espines, garduñas y comadrejas.
