En una maravillosa zona de límite entre Emilia-Romaña y Marche, se extiende la Reserva Natural del Sasso de Simone, y más de mil hectáreas de área protegida en Valtiberina que también incluyen el famoso bloque de piedra.
El "maciso" dentro de la reserva es una roca de 1200 metros sobre el nivel del mar, un balcón natural desde cuya cima se puede disfrutar de un panorama espectacular que, en ciertas ocasiones, parecería incluso ver el mar. En el pasado, por su forma, la piedra era también objeto de cultos paganos. Ya en la Edad Media, la zona alrededor de la piedra era muy concurrida, gracias al pasaje de mercaderes y peregrinos que se dirigían a Roma. En cambio, en el siglo XVI, capturó la atención de uno de los Medici, o sea, Cosimo I, que pensó en construir aquí una ciudad fortificada para defender Florencia, llamándola la Ciudad del Sol.
La reserva está atravesada por numerosos senderos, a lo largo de los cuales se puede descubrir un entorno casi incontaminado, formado por prados en flor, senderos de hierba y barrancos escarpados. Está poblada por una rica fauna compuesta por lobos, zorros, corzos, zorrillos, pero también por aves como halcones, abejarucos, búhos y pájaros carpinteros.