La Reserva Natural Regional de Lucciolabella es una de las áreas protegidas incluidas en el sitio de UNESCO de Val d’Orcia. Creada en el 1996, la reserva abarca 1148 hectáreas al sureste de Pienza, llegando hasta los territorios municipales de Castiglione d'Orcia y Radicofani, y marca el límite oriental del territorio más amplio de Crete Senesi.
Limitada al oeste por el lecho del río Orcia, la Reserva de Lucciolabella se caracteriza por la presencia de barrancos en los bordes meridionales y, sobre todo, de biancanas: estas formas erosivas del suelo arcilloso aparecen como montículos estériles, y deben su nombre al color blanquecino que adquieren bajo el sol, dado por las características minerales del suelo.
La vegetación que crece dentro del área protegida está formada por especies resistentes que pueden prosperar en suelos secos, salinos y expuestos a la erosión. Aquí se encuentran numerosos arbustos de Artemisia Cretácica, una planta aromática endémica de hojas verdes también llamada "ajenjo de Creta", así como la Escorzonera y varias especies de hierbas, entre ellas la Loglierella curvada, la Loglierella fina y el Hordeum marino. En el lecho del río Orcia también crecen el Helichrysum y la Santolina etrusca, una especie endémica que sólo se encuentra en algunas zonas del centro de Italia.
La Reserva de Lucciolabella alberga numerosas especies de pájaros, entre los que se encuentran algunos raros y difíciles de ver como el Halcón borní y el Alcaraván común: este último, de carácter crepuscular y nocturno, encuentra su hábitat natural de anidación en las orillas rocosas del río Orcia. En toda el área se puede admirr el aguilucho cenizo, el Águila culebrera, y especies de Alcaudón, Alcaudón chico y Alcaudón común. Además de éstos, la reserva es frecuentada por el arrendajo marino y por varias especies de alondras, como la totovía, la cogujada común y la calandrella.
Una de las principales características del área protegida es el terreno arcilloso, herencia de un mar prehistórico que cubrió la zona durante el Plioceno, hace unos 5 millones de años, y que aún conserva numerosos fósiles marinos. Fue aquí, en el 2003, donde se encontraron los restos de una Stenella (especie de delfín), un mamífero marino que vivió hace más de cuatro millones de años: se trata del hallazgo más completo hasta la fecha en el mundo.
La Reserva de Lucciolabella está atravesada por una red de senderos que incluye las rutas del CAI, que están marcadas aquí como aptas para excursionistas.