Reserva Natural Valle del Infierno y Bandella

Subiendo por el curso del Arno, entre los puentes de Acqua Borra, Romito y el románico Ponte a Buriano, se entra en el reino del agua y de los torrentes boscosos, que hoy constituyen las reservas naturales del Valle del Infierno e Bandella y de Ponte a Buriano e Penna.

En contracorriente, al principio el río corre silenciosamente entre las paredes casi verticales del Valle del Infierno, ahora aprovechadas por la presa de Levane, pero sólo hace medio siglo el ruido de las aguas que rompían sobre las rocas asustaba a los transeúntes y los valientes "aforradores" que llevaban la madera flotando de Casentino a Florencia y a los astilleros de Pisa. Entre estos impresionantes escenarios, es sorprendente la variedad de paisajes que se abren a la vista entre los espesos bosques de roble y roble turco. En la parte central de la reserva las paredes se vuelven más suaves y, en la confluencia del Ascione, se abren en la zona pantanosa de Bandella.

Pequeñas maravillas entre los coloridos nenúfares y los intrincados juncos: las elegantes garzas y garcetas con sus libreas grises y blancas en busca de alimento en las aguas poco profundas, que junto con los moros, son las aves más fáciles de observar; ocultos en las cabañas de observación no será difícil ver a los pequeños y coloridos martines pescadores volando, a los ánades reales nadando y, en distintas épocas del año, observar aves limícolas, patos y muchos otros pájaros que pasan el invierno aquí, o que se detienen de buena gana durante las migraciones de primavera y otoño, aprovechando las oportunidades de alimento y paz de la Reserva.