El Templo San Biagio se encuentra en las afueras del pueblo Montepulciano y es una de las obras maestras de la arquitectura renacentista italiana, construido entre los añós 1518 y 1548 según el diseño de Antonio da Sangallo el Viejo, que tomó como modelo la basílica Santa Maria delle Carceri en Prato, con su planta centralizada en cruz griega realizada por Brunelleschi.
La iglesia y la rectoría adyacente fueron construidas con bloques de travertino extraídos de las canteras cercanas de Sant'Albino, en el lugar donde antes surgía una antigua iglesia paleocristiana dedicada a la Virgen y más tarde a San Biagio. El templo, consagrado en el 1537, tiene una cúpula central y un ábside semicircular, en cuyo interior se encuentra la sacristía. En el lado opuesto hay dos campanarios, de los cuales sólo el de la izquierda está terminado.
Los altares del interior son sencillos y carecen de mobiliario, a excepción del Altar Mayor, que presenta numerosos elementos decorativos. En una pared todavía se puede admirar un fresco de la Madonna en el Trono con Niño, llamada Madonna San Biagio, que se remonta al siglo XIV Siena a quien en el 1518 se le atribuyeron poderes milagrosos: fue así que surgió el proyecto del nuevo templo en Montepulciano, también apoyado por el Papa León X.
La Rectoría frente a la iglesia también fue diseñada por Sangallo y construida alrededor del 1550 y tiene una logia doble. El pozo situado delante del edificio se construyó entre los años 1550 y 1551 y originalmente tenía dos columnas con dinteles de travertino.