Termas de Montecatini

Montecatini Terme, cuyas fuentes son conocidas desde la época romana, surgió como un balneario al pie del antiguo Castillo, hoy Montecatini Alto. Los Balnearios de Montecatini son conocidos desde la época del Gran Duque Leopoldo, que se mostró a favor del desarrollo urbanístico y de las infraestructuras de los "baños" que hicieron del balneario un patrimonio internacional.

Quienes buscan el ambiente único de la Bella Época pueden frecuentar los lugares históricos como el Caffè delle Terme, la Locanda Maggiore, las arcadas de Gambrinus y los balnearios termales decorados con frescos y en estilo Modernista.

Los balnearios Redi y Tettuccio proponen un sistema completo de tratamientos termales, atendidos por expertos y equipos médicos cualificados. Los tratamientos termales, siguiendo la alternancia de las estaciones, ofrecen las respuestas a todas las necesidades del Bienestar.

Las aguas termales utilizadas para los tratamientos provienen de las fuentes Rinfresco, Tettuccio, Regina y Leopoldina y fluyen calientes desde el subsuelo. Clasificadas como aguas salobre-sulfúrea-bicarbonato-sódicas, las aguas termales se utilizan a nivel terapéutico para enfermedades del metabolismo, del sistema digestivo a nivel gástrico-intestinal, para enfermedades hepáticas y biliares, así como para tratamientos de bienestar.

El Acqua Leopoldina se utiliza en la terapia de inhalación y en la terapia para la sordera rinogénica, ya que es muy rica en sales minerales con propiedades mucolíticas y antibacterianas. También se utiliza por su efecto a nivel intestinal y es el componente líquido del lodo termal, utilizado desde la antigüedad para tratar las enfermedades reumáticas articulares y extra-articulares en la fase crónica, en la reeducación y en las secuelas de fracturas.

Regina actúa principalmente a nivel biliar y por lo tanto es ideal en casos de insuficiencia hepática pequeña y en todas las enfermedades hepáticas crónicas.

Por otra parte, el Acqua Tettuccio tiene un efecto purificador en el hígado y es útil en el hipercolesterolemia, pero también en la gastritis, la dispepsia, la dislipidemia (es decir, alteraciones de la presencia de grasa en la sangre) y el síndrome del intestino irritable.

Rinfresco tiene una acción diurética suave y favorece la eliminación de los residuos, además de ayudar a restaurar parcialmente el contenido de sales minerales en función de su composición particular. Esta agua, junto con la Leopoldina, se utiliza también para la balneoterapia, ya que, con la adición de gas ozono, están especialmente indicadas en las vasculopatías periféricas, ya que este gas añade una actividad anti inflamatoria a la capacidad drenante tanto a nivel venoso como linfático.