La Villa Bottini o Buonvisi "al Giardino", además de ser una de las villas más bellas de Lucca, tiene una notable importancia histórica: su esquema compositivo sirvió de modelo para la construcción de muchas villas en esa misma zona y la "villa ideal" teorizada por Sanminiati, parece haber sido imitada en sus formas.
Presenta una forma rectangular, consta de un sótano, un entresuelo, un piso superior de altura considerablemente más baja y una sobreelevado central con logia. En la fachada posterior, en el entresuelo, hay un pórtico para acceder al salón.
Las grandes aberturas, el juego de simetrías y de las proporciones entre los elementos arquitectónicos dan al edificio una ligereza suave y armoniosa que rara vez se encuentra en otras villas en Lucca.
Las bóvedas de la sala y del pórtico fueron pintadas al fresco por Ventura Salimbeni, y en su realización se aprecia la influencia de Raffaello della Farnesina. Estos frescos son el único testimonio de la decoración de interiores del siglo XVI que permanece en las villas de Lucca. Las decoraciones neoclásicas se añadieron en el siglo XIX, cuando la villa era propiedad de la princesa Baciocchi.
Los portales de entrada a la esclusa son notables y tienen un estilo maciso que es decididamente diferente a aquel del edificio.
El portal de entrada al ninfeo, primer ejemplo de serliana en las villas de Lucca, tiene una composición extravagante y original: alterna material liso y rugoso en las columnas y en la parte superior hay dos estatuas de ríos que en su disposición simulan la forma del tímpano quebrado.
La villa es ahora propiedad del Municipio y es la sede de numerosos eventos culturales.