Villa Dosi Delfini en Pontremoli
La obra maestra artística del Barroco en Pontremoli
"...un entretejido de obras maestras artísticas, impresionantes paisajes, elegancia y maravillas"
Al visitar la pequeña ciudad de Pontremoli, en Lunigiana, no es fácil percibir la majestuosa Villa Chiosi, del Siglo XVIII, en el campo que se extiende junto al pueblo histórico, a lo largo del torrente Verde. De hecho, está protegida y escondida por dos seculares cedros monumentales que parecen un telón natural del largo y escenográfico bulevar arbolado de Chiosi.
A pesar de los daños sufridos durante la Segunda Guerra Mundial, en 1998 fue reconocido de "especial interés histórico y artístico" y sometido a innumerables restauraciones que le han devuelto su antiguo esplendor.
Hoy en día, la Villa es un lugar icónico, un emblema del arte barroco en Pontremoli, y son muchas las historias que custodia en su interior este precioso lugar que, después de más de trescientos años, sigue siendo encantando a los visitantes. Y gracias a la previsión de los Marcheses Dosi Delfini, la Villa está abierta al público y se puede visitar durante todo el año.
La Familia Dosi en Lunigiana
Las primeras noticias de la familia Dosi en Lunigiana se remontan al Siglo XV, cuando Guglielmo Dosi llegó a Pontremoli procedente de Pavía como comandante del presidio Farnese del Castillo de Piagnaro. El verdadero apogeo, sin embargo, sería el Siglo XVII, tras la anexión de Pontremoli al Gran Ducado de Toscana.
Gracias a su floreciente actividad comercial y a una astuta política matrimonial, los Dosi se convirtieron en uno de los referentes de la sociedad de Pontremoli y optó por realizar grandes inversiones en el territorio, como la compra de la finca de 'los Chiosi' donde, hacia 1700, los hermanos Francesco y Carlo Dosi iniciarían la construcción de un imponente y prestigioso lugar de veraneo y representación: Villa Dosi Delfini.
La Villa: el salón de las fiestas y los pequeños salones privados
Todavía inacabada, la Villa Dosi Delfini sigue siendo, en parte, un misterio; no hay datos ciertos ni sobre el año exacto en que se inició su construcción ni sobre la identidad del arquitecto que la proyectó, aunque destacan los maestros Alessandro Ghirardini y Francesco Natali, quienes hicieron de la residencia una verdadera obra maestra del barroco.
El edificio, de tres niveles y sostenido por largos arcos, está posicionado a lo largo de la ladera de la colina, escondido por un alto muro fronterizo y enmarcado por jardines colgantes y viñedos en terrazas.
Mientras que la primera planta sigue siendo utilizada hoy en día por la familia Dosi Delfini durante sus estancias en Pontremoli, el cuerpo central está compuesto principalmente por el extraordinario salón central, verdadero corazón del edificio, dispuesto en dos niveles, enriquecido por el elegante corredor y famoso por sus suntuosas cuadraturas, escenas alegóricas e increíbles reconstrucciones de perspectiva que dilatan espacios y volúmenes.
Alrededor del salón hay otros nueve pequeños salones privados, igualmente pintados al fresco y cuidadosamente amueblados, verdadero testimonio de la elegancia de una de las familias más prominentes de Pontremoli en el Siglo XVII.
Los espacios exteriores también han sido proyectados cuidadosamente para crear un trocito de paraíso con fuentes, bajorrelieves, estatuas y una flora exuberante.
